domingo, 25 de septiembre de 2011

Inicios de lasTeorías de la Información





PROCESO DE LA COMUNICACIÓN.
Explicación de Conceptos y características de la comunicación y de la información.
El lenguaje es la morada del ser y la casa donde habita el hombre,
el gran intérprete que responde a esa llamada y que en ella
y desde ella desvela la inconclusión de su propio decir.

INDICACIONES: De la siguiente lectura, en tu blog, describe los conceptos más importantes y su significado. Además ¿cómo lo aplicamos a nuestra vida cotidiana?
¿Cuáles son las diferencias más significativas entre información y comunicación?

Un primer acercamiento a diferenciar a la comunicación de la información está en que la primera se le considera como el acto de relación entre dos o más sujetos, mediante el cual se evoca en común un significado. Mientras que la información es un conjunto de mecanismos que permiten al individuo retomar los datos de su ambiente y estructurarlos de una manera determinada, de modo que le sirvan como guía de su acción.
Se puede ver que tienen diferencias, ya que en la información no necesita evocar en común con otro u otros sujetos. Ahora bien, si se quiere que se difunda el modo de dirigir la acción que se diseño a partir de los datos del medio ambiente, se tiene que transmitir en términos de los otros, de tal modo que podamos evocarlo en común y entenderse.
Así, comunicación e información son dos aspectos de la totalidad de una sociedad. La sociedad no puede ser tal sin la comunicación y no puede transformarse sin la información. Ambos conceptos no pueden separarse del estudio de la sociedad global.
Si la comunicación es un proceso social en que intervienen una serie de códigos, sistemas de señales, sistemas simbólicos, imaginarios colectivos y otros elementos, entonces es posible afirmar tentativamente que no hay información fuera de un proceso comunicativo, pues la información en sí misma relaciona aquellos sistemas y códigos que constituyen a la acción comunicativa. La oposición entre comunicación e información es un falso dilema, dialogar no significa necesariamente comunicar, ni informar supone negar la comunicación.
Para una mayoría, el concepto de comunicación lo utilizamos los seres humanos para un mismo propósito: el de relacionarnos con todos los demás. Al ordenamiento de la información posible que seleccionamos de manera cotidiana para respondernos dudas que se nos vayan presentando .

La comunicación cohesiona y conforma la sociedad, mientras que la información tiende a romper con esa cohesión y a renovar las pautas de relación. La comunicación y la información son fenómenos ligados, son como siameses que comparten el corazón y depende el uno del otro. Sin embargo, paradójicamente, se oponen. Una nueva información contradice la anterior y esta nueva información no puede hacerse social y dirigir la acción del conjunto, si no puede evocarse en común. Es así que la información, en sentido técnico, es un cambio, para el receptor de las probabilidades dichas, como resultado de la selección real entre posibles estados de mensaje, por parte del emisor y en el extremo opuesto del canal de comunicación.
Algunos teóricos en los años sesenta, setenta y aún en los primeros años de los ochenta, vieron en la información el “dar forma”, esto es, el conducir, moldear, inferir o manipular la conciencia del receptor. Así, la información se convirtió en sinónimo de verticalidad, autoritarismo, ideología y poder al servicio del Estado y de su clase hegemónica: la burguesía.
En ese sentido el receptor estaba inerme, indefenso y pasivo ante el poder de los mensajes que se transmitían, por ejemplo, en la televisión, al receptor no le quedaba otra cosa que estar allí sentado, siendo la víctima permanente de los mensajes ideológicos que reproducían las condiciones alienantes y explotadoras del modo de producción capitalista.
La información entendida como producto es una comunicación que legitima una única visión del mundo que ha aparecido en cada época a la manera de una totalización. Y la comunicación entendida como proceso, como punto de partida y de llegada que pone en evidencia las distintas relaciones y contradicciones que se tejen en un determinado período y contexto histórico, dando origen no sólo a una visión que sería la oficial sino, a multiplicidad de visiones y formas comunicativas que llevan consigo maneras distintas de concebir determinado período histórico que ya se analizaron en la pasada unidad.
La explicación sobre las diferentes teorías del estudio de la información, busca brindar un elemento introductorio que muestre en su contexto, no sólo material, sino también en el de la discusión teórica, el estudio de las nuevas tecnologías y su funcionamiento. Además, constituye una preparación para abordar una teoría como la del caos y disciplinas como la comunicación política; particularmente se presenta una descripción de una novedosa tecnología: la realidad virtual, que se ha constituido, en algunos casos, en un medio alternativo de comunicación.
Tenemos que reflexionar que cuando hacemos la selección de datos lo hacemos de manera aleatoria, sin un orden predeterminado, a esta acción la denominaremos manejo de información. De modo arbitrario seleccionamos unos mensajes y otros los desdeñamos, les damos un orden y sentido a los mensajes seleccionados, los significamos. Ante este proceso selectivo estamos viendo que lo que hay en nuestro entorno es un caos, que a través de la mente le damos un orden. Equilibramos lo confuso de la naturaleza con el orden del pensamiento, lo aclaramos. En otra explicación, hacemos la labor de descifrar e interpretar un mensaje o texto que recibimos, es decir, lo comprendemos. Cuando de da este último paso, decimos que estamos en comunicación.
En el universo existe infinidad de información que de forma natural los seres humanos la vamos seleccionando, señales naturales que se muestran en todos los procesos físicos, reflexiones filosóficas que se oponen a otras reflexiones de otra corriente de pensamiento y que de acuerdo a todos los razonamientos que cotidianamente realizamos, nos encontramos con un mundo de caos y un sentido de orden cuando lo plasmamos en el pensamiento como ya lo mencionamos.
La Teoría matemática de la Información fue creada por Claude Shannon en el año 1948 y forma la piedra angular sobre la que se ha desarrollado toda la teoría actual de la comunicación y la codificación. Esta teoría establece los límites de cuánto se puede comprimir la información y de cuál es la máxima velocidad a la que se puede transmitir información. La Teoría de la Información es, por tanto una teoría de límites alcanzables: máxima compresión de datos y máxima tasa de transmisión de información transmitida sin errores. Las aplicaciones de esta teoría son enormes y abarcan desde las ciencias de la computación (criptografía, aprendizaje), la ingeniería eléctrica (Teoría de la comunicación y teoría de la codificación), la estadística o la biología (secuencias de ADN, código genético). Estudia el hecho de que la información es algo que inevitablemente necesita un soporte físico sobre el que manifestarse. Así, se verá que la termodinámica sólo impone un coste energético mínimo a la operación de borrar información mientras que las restantes operaciones se pueden ejecutar de forma reversible.
Siguiendo este estudio de la física de la información, la asignatura termina estudiando las diferencias entre la información clásica (bit clásico) y la información cuántica (bit cuántico). Los avances tecnológicos actuales y futuros harán que la informática trabaje con este nuevo tipo de información. La criptografía cuántica se muestra actualmente como una de las aplicaciones más prometedoras dentro de la Teoría de la Información cuántica.
Para poder avanzar en nuestro planteamiento, también tenemos que recurrir a explicarnos el caos y encontramos que es una conducta de un sistema complejo que aparece como impredecible y falsamente como aleatoria, cuando en realidad tiene un patrón profundo. Es extraordinariamente sensible a pequeños cambios en las condiciones iniciales. Por ejemplo, el agua en flujo turbulento y las nubes de una tormenta son caóticas: tienen un principio profundo. A primera vista no muestran aparente orden alguno, pero si se supiera cabalmente el sistema que lo rige y las condiciones iniciales, sería previsible y describible.
Otro ejemplo clásico de un flujo caótico es el que aparece en una estación ferroviaria cuando se anuncia el cambio del andén de un tren que parte. También lo podemos observar en el flujo eléctrico del cerebro que es caótico, pero no imprevisto. Esto genera modelos del cerebro donde se pretende explicar la facilidad de capturar espontáneamente señales más ordenadas del ambiente.
Lo difuso lo vamos a entender como las técnicas de razonamiento que aplican valores múltiples de verdad o confianza a las restricciones durante la resolución de problemas. Las técnicas difusas pueden ser usadas en algoritmos computacionales que imitan al conocimiento humano para superar la fragilidad de programas que solamente se dirigen a dos posibles valores, verdadero y falso, en el momento de juzgar opciones. Con este recurso los programas de inteligencia artificial pueden reconocer matices de verdad o de confianza y sugerir posibles soluciones aún cuando ninguna sea "cierta".
Las sociedades occidentales han creído desde hace tiempo en la lógica dicotómica liderada por Aristóteles y sus sucesores. La sociedad oriental se ha basado en un pragmatismo de forma diferente que admite matices en la verdad y falsedades parciales. Al analizar en forma subjetiva o intuitiva una restricción correspondiente a un problema planteado, es frecuente encontrar que mientras algo suele ser verdadero en la mayoría de las circunstancias, puede no ser así en el caso de situaciones inesperadas que se introducen en la ecuación. Al usar múltiples valores para la verdad o la confianza, se le proporciona mayor flexibilidad al proceso de toma de decisiones.
Lógica o razón, como el principio que gobierna al universo, un conjunto de reglas usadas para gestionar inferencias creíbles. Aristóteles recomienda una lógica dicotómica, verdadero-falso. Los filósofos orientales se inclinan más bien a usar una lógica difusa multi-valorada. Ambas técnicas se están usando para modelar los procesos cognitivos humanos en la computadora por ejemplo.

De hecho escribir en estos términos “comunicación-información” ya produce la caída en un juego ante el cual la salida es difícil, pareciera que a) el bien es la comunicación y b) el mal la información. Trabajar en el conocimiento teórico con estas oposiciones entre lo negro y lo blanco sólo conduce a la extrema simplificación y a cancelar las posibilidades comprensivas ampliadas.
En este contexto y con relación a los cambios que ha experimenta el hombre en sus relaciones con las máquinas “inteligentes”, diversos institutos de creación e innovación tecnológica han encomendado a humanistas y filósofos la elaboración de reportes constantes sobre las repercusiones positivas o negativas que puede tener para el hombre el hecho de delegar funciones sobre máquinas, hasta el grado de ser superado en algunas operaciones que requieren respuesta inmediata (como es el caso de los complejos cálculos astronómicos, químicos o físicos exigidos por la ciencia contemporánea).
Los encargados de estos reportes, con el tiempo hacen hincapié en la dificultad que presenta la teoría de la información, pues ésta, como se mencionó arriba, centra sus investigaciones únicamente en la definición de cantidades de información enviada y recibida, en otras palabras, estudia sólo el fenómeno de la información en tanto fenómeno de entropía (desorden). La información, en sentido técnico, es un cambio, para el receptor de las probabilidades dichas, como resultado de la selección real entre posibles estados de mensaje, por parte del emisor, en el extremo opuesto del canal de comunicación.
La teoría de la información no sólo estudia a la información como un hecho entrópico o estadístico, sino que a esos análisis agrega o proporciona nuevos datos acerca de los aspectos de significación dentro de la comunicación.

La entropía es un concepto que surge a partir de los estudios de la física, específicamente dentro de la termodinámica, en los cuales se indicaba una medida estadística de pérdida de energía. De acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, en el sistema natural existe un proceso irreversible de consumo y pérdida de energía, mismo que llevan hacia tendencias naturales más estables y no a estados menos uniformes.
La entropía puede considerarse como lo opuesto, o la contraparte de la información. Esto es, si la entropía es la medida de la desorganización y del desorden que puede imperar en un sistema, y la información es, al contrario, un patrón, una medida de la organización de un sistema. Interprétese de la siguiente forma, a mayor número de mensajes o variables conocidas, menor información. En un juego en el que es altamente probable que “x” aparezca primero que “y”, la información recibida es mínima.

Por otro lado, la transmisión de la información se realiza en bits, sin embargo, dentro de los procesos y los canales reales de comunicación difícilmente son únicamente dos, tres o cuatro los estados de mensaje posible, lo que es más, los estados posibles de mensaje son difícilmente identificables y la transmisión de mensajes se realiza más bien en términos de conjuntos (unidades que agrupan a varias situaciones), que en estados de mensajes únicos.
Un bit es una medida de cantidad de información, así como un galón, una onza y una pulgada miden volumen, peso y longitud. Un bit es sólo una elección entre dos mensajes igualmente probables. Es una respuesta de “sí” o “no” a la pregunta hipotética “¿Es este?”. La respuesta “sí” resuelve toda incertidumbre en la mente de la persona que recibe el mensaje, porque sabe cuál de los dos mensajes es real. La respuesta “no” también resuelve su incertidumbre, porque sabe que el mensaje real no es la primera alternativa sino la segunda.
Para comprender a la comunicación de la información, También tenemos que explicarnos al proceso de la comunicación humana, el que está apreciado en todas las actividades de la naturaleza para comprenderlo y que tenemos que referirnos a las diversas consideraciones que se explican en todas las ciencias, en sus objetivos de estudio y en el carácter científico del conocimiento.
Como ya notaron, en el estudio de la ciencia hay conceptos que se emplean en disciplinas muy distintas, con significados y aplicaciones opuestas; así en el estudio de la comunicación se aplican conceptos de la ingeniería, de las matemáticas, de la biología, etcétera. Los que han nacido de otras disciplinas o los han adoptado otras más; no hay conceptos puros, sino interrelacionados
Para nuestros propósitos la comunicación es explicada por distintos marcos de estudio: psicológicos, sociológicos, antropológicos, matemáticos, etcétera. Al pretender explicar el proceso de la comunicación partimos de las manifestaciones teóricas de los estudios que visualizan estas relaciones con otros procesos sociales y naturales.
En la misma circunstancia, ningún aspecto de la comunicación humana es realmente comprensible si se le aísla de todas sus partes, de la interacción humana. Los objetos o los elementos sólo tienen sentido en relación con las otras cosas. El proceso de la comunicación es la acción vital de los individuos; la comunicación es afectación e influencia, pues une a unos con otros. El proceso es crucial, pues permite y determina las condiciones y las interrelaciones de los seres vivientes. Todos comunicamos y recibimos mensajes. Cuando hablamos del proceso de la comunicación nos referimos a la secuencia, a la irreversibilidad, al cambio dinámico. Bastará con afirmar que no hay interrupción de la comunicación entre las personas, que aunque dejaran de hablar y escuchar, prolongarían bajo otras formas la comunicación y la manera como se comunican consigo mismas y con los demás.
Secuencia es la forma en que se revela cómo un organismo recuerda los acontecimientos que acaban de suceder. El no estar aislado es secuencia. Desde que una persona deseará influir en otra persona o sencillamente sobre el medio que le rodea, en su propio desarrollo y en la conducta de los demás.
La irreversibilidad del proceso es cuando decíamos que el hombre no puede bañarse dos veces en el mismo río, porque ya no es el mismo río, ni el mismo hombre; ha cambiado el cauce, las aguas, el tiempo y la composición del hombre.
El proceso de la comunicación en la idea no muestra límite, pero si hay limitación, cuando le damos relevancia a unos elementos y a otros no. Además nuestro proceso explicativo o de comunicación está determinado por el entorno social donde se da, por la persona que lo capta y por quien lo envía. Hay límite en cuanto idea y no en cuanto realidad. Tampoco es estático, sino que cambia con el tiempo, con las conductas y las aspiraciones de los individuos; su cambio dinámico implica transformación. El acto comunicativo tiene nuevas constantes, nuevas formas que buscan el equilibrio, pero que cambian durante el curso del proceso.
El proceso de la comunicación no comienza en algún lado y termina en otro. Lo que percibimos de una persona no es lo mismo que lo que emite la otra. Cada quien está pensando y modificando su formato o el conjunto de ideas. Tampoco se puede hablar de uniformidad en el proceso ni de una interacción entre dos o más individuos. La comunicación no es un proceso en el que algo cambia cuando así se quiere o se transforma sólo en ese momento, sino que la comunicación es un suceso que es variable y cambiante en sí y por sí.
La propia sociedad es un proceso de comunicación, el cual incluye las distintas formas de cómo se envían los mensajes y de cómo los percibimos; las distintas circunstancias, los indicadores y el contexto social en que se producen.
La comunicación puede ser observada como uno de los dos procesos básicos de todo sistema viviente. Uno de los procesos es la transformación de lo que ingerimos, que se convierte en energía, en calor, en movimiento, y el otro es el intercambio de información de los hechos. Por ello se puede considerar a la comunicación como un proceso dinámico y fundamental para la existencia, crecimiento, cambio y conducta de todos los individuos. No debe pensarse que la acción y la reacción son determinantes en el proceso de la comunicación y se separan en forma tajante, este proceso presupone una interdependencia de los hechos y el conjunto de secuencias dinámicas.
La comunicación no se puede considerar como un proceso en el que los individuos reaccionan de modo aislado a los mensajes, puesto que en todo acto comunicativo se está interactuando con las conductas circundantes que llegan a imponer significados a nuevas conductas. Por ello la comunicación está ligada siempre a la evolución personal, a los sentimientos o actitudes de los individuos, a la relación o conducta de las demás personas en determinadas condiciones socioculturales.

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